domingo, 7 de julio de 2013

LA RANA Y LA LIEBRE.

Había una vez una liebre y una rana.

La liebre que estaba siempre libre, se iba todo los días a correr . Un día tuvo un  problema le pusieron  una multa por aparcar en un paso de cebra y el pensaba que era un aparcamiento, tambien robo un monedero y el pensaba que era su bolso,  así que  ganó otra multa, así hasta tener 100.000.

Pero el no tenía que pagarlo, si no que se  lo daba a sus padres y que pagasen todas las multas.

Al otro lado estaba la rana, pero el no estaba siempre libre, estaba trabajando de fontanero, pero a cada casa que iba o a cada sitio siempre salía empapado, y claro él jefe a enterarse de lo ocurrido lo despidió. Cuándo llegó a su casa busco, busco y busco, hasta encontrar un trabajo que ponia:

                                "Quieres pagarme todas mis multas, y tener
                                  todos los días libres, piensalo bien si no quieres gastarte dinero".
                             
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La rana llamó, llamó y llamó, pero le salía el buzón de voz:

                                 "Ha llamado al móvil de la liebre.
                                   Si quiere dejar su mensaje, escucha
                                   esta zanahoria"

La escucho, la escucho y la escucho hasta decir:
-¿Pagárle  todas sus multas? ¿Tener todos los días libres? ¿Y que lo piense bien si no quiero gastarme mi dinero? ¡Es fenomenal!. Menos mal que no es la libre esa que va de chulo, que o si no me da un desmayo hasta el siglo 23.

Entonces cuándo la liebre miró su ordenador salía que uno queria ese trabajo y dijo:
-Por fin un friqui se ha creído lo que  he puesto, ahora ya no tendre que dale trabajo a mis padres.

Al día  siguiente la rana salío rapidamente, pero no corriendo si no saltando:
-Hoy es mi primer día de trabajo, aunque todos sabemos que he tenido un montón de trabajos, pero este lo voy a hacer lo mejor posible.

Llego tocó, tocó y tocó, hasta que le abrió la liebre y le dijo:

-Que pasa, has venido ha molestar, pequeñujo.-dijo la liebre-.

 -No, soy el que voy pagar todas tus multas, y además no tengo nada de pequeñajo, es porque mi bisabuelo era el más pequeño, y por eso consiguió trabajar en 2.000 sitios, a la misma hora, a distancias muy largas y sin gastar nada de gasolina, y por eso fue el más rico de todos.-dijo la rana-.

- Y dondé esta el dinero que tenia que darte tu bisabuelo-dijo la liebre-.

-Mi bisabuelo le dijo a mi abuelo que le contase a mi madre que el dinero está en  no sabe dondé.-dijo la rana sin respirar-.

-Y como que no gastaba gasolina.-dijo la liebre, con cara de enfadado-.

-Bueno, como tu sabes las ranas podemos saltar mucho, pero yo no, yo soy  muy patoso, si un día queria trabajar  en 4 lugares, uno estaba en el Desierto, otro en America del norte,  America del sur y en Italia.
Y sabes a dondé llegue, pues di un salto tan, tan, tan grande que derrepente caí en Madrid.

-Bueno sigamos a lo que vamos, tu has venido aqui a pagarme todas mis multas, es eso .- dijo la liebre-.

-Pues si, e venido hasta aqui para eso, o si no para que, para sacarme mocos-dijo la rana-.

-Pues bueno, tu quedate aqui que yo me ire de paseo.  Una cosa las multas estan en el despacho, al fondo del pasillo, cuando entres, al final del todo estara mi escritorio y en el sengundo cajón esta las multas-dijo la liebre-.

Cuando la  liebre se fue la rana pensó que para que le contase todo ese rollo, el despacho no tenndria que ser muy grande.


Entonces, cuando entró vio que en el despacho podian caber toda su familia y eso que eran    30 hermanos, porque su madre tenia 5 hijos a la vez y asi los tuvo  6 veces, luego una madre y un padre, la abuela paterna, el abuelo paterno , la abuela materna y el abuelo materno.

-Creo que esta es la liebre chula, esa en la que dije que si era, me daria un desmayo hasta el siglo 23. Me largo de esta casa antes de que llegué.

Se fue corriendo hacia su casa se puso la tele, se hizo unas palomitas  y se puso a haber una película.

La liebre cuando había llegado a su casa vio que la rana no hizo nada y se enfadó con ella, pero derrepente vio una nota y escribia lo siguiente:

Liebre de poca fe. Yo creia en ti,  pero lei en tu diario  que un friqui había caído en tu trampa, no se como crei  en el anuncio cuando lo lei. ¿A que ese friqui soy yo?
No contestes a esta pregunta, porque mi instinto cree que si, pero tu como me has hecho esto yo te lo he devolvido  ¿Sabes como?, en el periódico he puesto que no se crean en los anuncios que pones. Asi que adiós...

-Esta rana es tonta o que, porque lo pone en el periódico y no en el ordenador, es que, como se nota que es una rana patosa.

La liebre por la noche pensó que al día siguiente le iba a perdonar a la rana, por lo que le había hecho mal, y que la rana tenia toda la razón del mundo a poner eso en el periódico. Al día siguiente fue a la casa de la rana y le dijo todo lo qe había pensado cuando estaba durmiendo, la rana lo perdonó y fueron amigos para siempre.

                                                  FIN



          


                             

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